Ouarzazate es la ciudad del Alto Atlas marroquí que constituye el acceso al desierto del Sáhara. Con sus grandes construcciones de adobe rojizo, su paisaje desértico y sus palmeras, a mí me traslada a mi infancia. A un paso de la Navidad, estampas como ésta son las que recreábamos en casa en el Nacimiento. Añadiendo además el consabido musgo, el río de papel de aluminio y los rebaños de ovejas, vacas y gallinas repartidos por todas partes. Me pregunto si los Reyes Magos de Oriente en realidad no vinieron del desierto de Marruecos.
Ouarzazate, paisaje de Navidad
