El templo de Fushimi Inari es el de las 10.000 puertas pero le recordarás por el templo de Memorias de una geisha. Ese momento emotivo cuando la pequeña Chiyo corría feliz a su aprendizaje como geisha por un laberinto de columnas anaranjadas. Lo hacía bajo los torii -puertas- de este templo situado a las afueras de Kyoto.
Un pasillo interminable de columnas, aparentemente idénticas, conducen al santuario sintoista y en ese lugar, coincidimos con este niño, ajeno a las idas y venidas de los turistas, viajeros, devotos y geishas. Es como si el tiempo se hubiera detenido para él y sólo importaran todos y cada uno de los detalles de los torii. ¿Me pregunto que inscripción estaría leyendo o que fue exactamente lo que tanto llamo su atención?
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