Berlín, Praga, París, Dublín, Helsinki, Reikiavik… son algunas de las ciudades donde europeas se puede disfrutar del arte urbano. Grandes fachadas, pequeños rincones y callejones acogen grafitis de artistas noveles y consolidados. En ocasiones estas obras son el resultado de un encargo previo, meditado y formal. En otras, como en la imagen, el fruto de la espontaneidad.
Este callejón recóndito y único se encuentra en el centro de Amsterdam. Los autores de estas obras nunca estarán en un museo… o tal vez sí. Nunca se sabe.
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